La palabra «pasión» es más que una palabra, es mi motor. Me ayuda a seguir adelante, me mantiene motivado y es la razón principal por la que continúo en el mundo del diseño. Al igual que el diseño que lo es TODO para mí, la pasión lo es TODO, si no existe pasión, no hay razón de ser.
Nos cuestionamos muchas veces ¿lo vamos a lograr? Y la gran realidad es que si te lo propones puede ocurrir, pero para lograr algo hay que realizar una acción. Nosotros decidimos cuándo avanzar o cuándo quedarnos de brazos cruzados.
Acá te dejo unas recomendaciones que me ayudaron a mantener esa pasión viva:
- No salía los fines de semana, me dedicaba a ver videos en YouTube o tutoriales.
- Creé relaciones con diferentes personas que al final me llevaron a clientes potenciales.
- Dividí mi tiempo entre trabajo, universidad y tutorías.
- Trabajaba de 6 am – 4 am (Si te gusta dormir, no te lo recomiendo).
Muchos de estos puntos claves me ayudaron a mantenerme y no quitarme. Cuando hablo de “no quitarme”, hablo por muchos diseñadores que solo entraban a la universidad porque el diseño gráfico tenía un GPS bajo, cosa que cuando me percate me ayudó a darle importancia a las clases, los profesores y el ambiente. Me costó, pues claro que me costó, pero puedo decir que ya cumplo mis 5 años como “freelancer”.
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